lunes, febrero 25, 2008

Furia y voz en off

Cercano.
Lejano y perdido.
Encendida una llama en un olvido impaciente, esperan ansiosas las palabras.
Se oye un adiós furtivo.
Silencios que merodean lugares comunes.
Cae el telón...comienza una nueva vida.
Apaludimos las mentiras que hacen el camino transitable. El actor del desencanto llega a su destino.
Recibo mis aplausos y vuelvo a casa.
Nada cambia durante demasiado tiempo.Más tarde o más temprano volverás a ser el mismo.

3 comentarios:

Jose B. Fernández dijo...

A todos nos encanta creernos que somos actores y que nuestra vida es una maravillosa historia escrita por un guionista genial en estado de gracia, pero la vida nos empuja fuera del escenario donde somos uno más, sin guión alguno, con la improvisación como medio de supervivencia y con el recuerdo nostálgico de ese breve momento en la gloria del escenario. Bonitas y tristes palabras las que nos dejas V. Pero hay que procurar no irnos muy lejos del escenario, no perderlo de vista, porque habrá un momento en el que la realidad y la fantasía del escenario vayan cogidas de la mano.

Unknown dijo...

Muchas veces actuamos, en la vida real. Quien no ha puesto buena cara delante de alguien que te cae fatal! o cuando acompañas un "gracias" a sabiendas de que te han atendido como el culo, incluso encuentras un pelo en el cubata y dices "por favor". Luego nos dicen que "no sabemos mentir", si lo hacemos constantemente! Por eso adoramos estar junto a alguien con quien no te hace falta actuar, porque delante de esa persona no eres un personaje el papel del cual ha sido escrito por las normas de la sociedad; simplemente eres tu mismo y puedes actuar segun tus reglas. chicos, suena a peloteo, pero delante de vosotros, V y J no tengo que actuar demasiado!

Jose B. Fernández dijo...

Hola Franxapa y V.

Eso es verdad que nos toca actuar muchas veces a lo largo del día: algún amigo que te cuenta un problema cuando tú tienes algunos más gordo y te toca escuchar cuando la otra persona no es capaz de aguantar más de "tengo un... adiós", algún cliente pesado y "gracioso" que sabe de todo y lo cuenta con tanta gracia. Claro, a tí te hace una "gracia" y te ríes con él cuando por dentro estás diciendo ¡Largateee!. Menos mal que con tu gente no hay que disimular porque tú los eliges y ellos te eligen a ti por ser tú.

Blogger Templates by Blog Forum