De pequeña le habían contado mil historias de príncipes y princesas, de besos que acababan con hechizos y zapatos que prometían vidas maravillosas. Y ella quería eso. Estaba harta de ser una princesa pequeñita, encerrada en una torre de marfil. Ella quería volar, luchar contra dragones, vencer a brujas malvadas, proteger reinos en peligro y salvar a gente inocente que la necesitara.
Pero antes necesitaba salir de la torre. Todos los que iban a vistarla decían cuanto la envidiaban por vivir en una torre tan maravillosa.Alta, brillante, podía ver todo el reino desde allí.
"Es cierto, pensaba ella, puedo verlo, pero no sé cómo huele, ni qué se siente al pisarlo...yo solo puedo mirarlo desde aquí arriba".
Era frustrante.Nuestra princesa daba vueltas y más vueltas en su torre, sin saber qué hacer para sentirse mejor, hasta que un día, junto a su escritorio, encontró una llave.Sorprendida, la observó un rato,para finalmente decidirse a probarla en la puerta de la torre. Y funcionó.
Toda la luz del sol le dió de lleno en la cara, sintió la brisa, olió la mañana, saboreó la libertad y corrió con la fuerza y las ganas del que lleva toda una vida esperando.Cuando ya no pudo más, se sentó en la verde hierba de su reino y sonrió.Por fin era una princesa libre. Ahora podría hacer lo que quisiera:viajar, visitar a otras princesas, encontrar un príncipe y casarse...
Pero no,nuestra princesa no era como las demás, ella era especial,era MÁGICA, era LUZ, y ninguna de esas cosas la haría feliz.
Así que, dejó su traje de princesa colgado en la torre para cuando la invitaran a una buena fiesta, cogió unos vaqueros gastados, sus deportivas y una camiseta y empezó su camino. Se dedicó a cazar dragones, a romper hechizos, a salvar princesas, a liberar reinos...se enamoró, se casó y fue feliz, pero nuestra princesa, sobretodo, fue LIBRE.
Bravo, señor Rajoy
Hace 7 años
1 comentario:
Que hermoso Vane. Eres mágica.
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