A veces imagino que soy yo quien está sentada a esa mesa. Espero mi café, acaricio de forma distraída la portada del libro que estoy deseando empezar. Contengo las ganas. El olor del café me ayudará a inaugurar el libro como se merece.Levanto la mirada buscando alguna distracción y la Vida me saluda juguetona. Un beso. El mundo se para para ellos. Para los demás, transcurre entre cafés, paseos, prisas y besos ajenos.
1 comentario:
Lo que ves desde tu mesa es precioso y el mero hecho de poder detener el tiempo para fijarnos en lo que nos llama la atención, en lo que nos hace sentir y en lo que nos conmueve es algo por lo que tenemos que luchar. En esta vida de locos en lo que fijarnos en algo que se salga de la rutina es un lujo, permitirnos detener el tiempo en estos detalles es un regalo no al alcance de todos. Pero nosotros sí lo tenemos a mano, así que ¡a aprovecharlo!
Publicar un comentario