La silla de escritor

Las palabras que escondí en tus cajones hacen ruido. Quieren escapar y tú no eres capaz de encontrar la llave con la que las has retenido tanto tiempo. Te llaman.Las ignoras."Eso duele", te dicen.Ambos sabemos que nunca te ha importado demasiado el dolor ajeno.
Con tu cigarro entre los dedos, en tu silla de escritor a ratos, paladeas tu indiferencia.Crueldad creativa. Creatividad genuina, la llamas.
Abandonadas a su suerte, una vez te has aburrido de ellas, mis palabras escapan. Vienen en mi busca, pero, nada más verlas, sé que es demasiado tarde. Ya no queda sitio para ellas. Hace mucho que no sé qué decirte.
Miras a tu alrededor, creyendo haber oído unos pasos junto a ti...¿cuándo dejaste de verme?...un fantasma del recuerdo de quien pudo haber sido alguien para ti...La memoria te falla en los fracasos.
El tiempo te acaricia mientras pasa, como el susurro de un desconocido, y tú te dejas llevar, adormecido, mientras soy yo la que ocupa la silla, dispuesta a escribir FIN sin remordimientos