Basado en hechos irreales

Hoy mi tristeza quiere llamar la atención. Como la ignoro, da gritos, patadas, coge mi corazón, mientras me mira desafiante, y lo estruja.Debe querer hacer zumo de Vanessa...
Yo no le hago caso, me siento rebelde. Cruzo los brazos sobre el pecho, frunzo el ceño y enciendo el Ipod. Así no oigo sus gritos por ninguna parte.
La cama da vueltas mientras yo me quedo quieta y cierro filas en torno a mi esperanza.No dejo que ninguna imagen negativa se asome a jugar por mi cerebro y elijo las canciones que ayuden a mantener el estado de ánimo que deseo.
Abro un ojo, tanteando,queriendo saber si se ha ido, y una lágrima se escapa, furtiva y traicionera, decidida a abandonarme a mi suerte. Aprieto los ojos y cruzo los dedos, como de pequeña, pido un deseo..."Sólo por hoy, sólo por lo que queda del día, déjame creer que puedo respirar, déjame creer que soy libre, que no vivimos juntas en esta absurda hermandad de pena incongruente".
Por supuesto, no funciona, el resto de las lágrimas siguen a la primera y me desbordan. Ya nada puede salvarme.O al menos nada a lo que quiera aferrarme. Echo de menos una felicidad negada por derecho o sin él.