martes, agosto 19, 2008

Callejones


Un callejón vacío. Ahora lleno con las risas del reencuentro. Alcohol que pasa de mano en mano. Zapatos caros, vaqueros impecables ,zapatos que cuestan lo que un alquiler....Una chica sin maquillaje, zapatillas de deporte, coleta, cigarro en mano.

- Perdona, ¿quiénes dices que fuimos?

Ella le mira y sabe que acaban de convertirse en inmortales. Solo necesitaban volver a encontrarse, tener otra casualidad que sumar a la lista, y todo encajaría.

-Fuimos nosotros, pero apenas duró unos meses...puede que llegase a los 3 años, claro que pudo ser en otra vida para ti...

Él etá desconcertado. No recuerda haber sido "nosotros", siempre había sido "él", pero esa chica le resultaba familiar, así que algo de razón debía llevar.

- ya...y, cuando éramos nosotros, ¿éramos felices?

Ella se muerde el labio y siente ganas de llorar. Si ya es triste que no la recuerden a una, es mucho peor pensar en que no se recuerda la felicidad pasada.

-Si, éramos felices

Él se siente más confuso todavía,porque es imposible haber sido feliz y no recordarlo...pero ella parece tan convecida...

-Pues, bueno, me alegro de haberte hecho feliz, aunque fuera por poco tiempo...No hay mucha gente que pueda decir que guarda un buen recuerdo mío.

-Yo tampoco te he dicho eso...He dicho que mientras fuimos nosotros, fuimos felices. Después, cuando volvimos a ser tú y yo, todo fue una mierda....

Se miran en silencio. Su propio silencio está rodeado por el que llena la calle vacía en la que se han tropezado. Él mira sus zapatilas manchadas de pintura y la recuerda. A ella y a la felicidad compartida. Y la ciudad en la que vivían, y la vida que vivía antes de dejar de ser él y pasar a ser uno de ellos . Todo parece jodidamente irreal con el paso del tiempo. Se recompone. Ahora es alguien y ella es una felicidad pasada.

- ¿Y tú eres feliz ahora?

Ella levanta la cabeza, juega con el pañuelo que cubre su cuello y encoje los hombros.

-Es más fácil cada día...Con el tiempo una admite que esa felicidad no volverá y espera a que llegue una nueva...

-Normalmente no hablo tanto...¿te apetece una copa y que sigamos en mi casa?

Él sabe que si consigue llevarla a su casa, olvidará su nombre y su recuerdo al despertar la mañana siguiente. La realidad es lo único capaz de hacerle jaque mate al espejismo del pasado.
Ella le mira, fijamente, intentando encontrar al él que la llevó a ver su priera película en v.o., al que la besó antes de saber su nombre para no romper el encanto, al que la abrazaba después de una pesadilla y le decía que en su cuarto estaban a salvo.
buscó en sus ojos con toda la intensidad que pudo, pero allí no había nadie que le fuese familiar.

- Creo que no. De hecho, creo que no deberías seguir, sino volver hacia atrás..Me parece que estás demasiado perdido como para encontrar el camino sin recuperar los recuerdos. Aunque ya me contarás...

-¿Es que voy a volver a verte?
-Si pudiese predecir ese tipo de cosas, habría dejado de echarte de menos hace mucho tiempo

2 comentarios:

Linus Lowell dijo...

Hermoso.

Todos tenemos esa caja secreta llena de recuerdos que en la intimidad nos hacen sonreír o llorar.
Más que pudor, en el fondo tememos que si mostramos su contenido, podemos descubrir que lo que ha sido importante para uno, apenas significó algo para quien nos acompañó.
Así que preferimos guardarla en la intimidad, donde mantiene su valor intacto, junto a esa pizca de ingenuidad que aún nos queda.

Jose B. Fernández dijo...

Amiga V. Tres cosas te voy a decir: ¡LIBRO YA, LIBRO YA, LIBRO YA! Y, a riesgo de que te enfades conmigo, si tengo que ponerte un candado en la puerta de tu cuarto en el piso para que termines esa obra maestra que espera ser contada, lo haré. O pero aún: soy capaz de ponerme a cantar una y otra vez la canción esa que han hecho Rihanna y Bisbal. Una combinación... digámoslo, que no pega, como Bono y Maríah Carey, o Los Rolling Stones con Raphael. ¡Libro yaaa!

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