Releyendo

13 años después, Salinger y yo nos volvemos a encontrar. Leí "El guardián entre el centeno"cuando tenía 14 años, y no recuerdo si me gustó o no, pero si sé que me hizo estar enfadada, que me sentí frustrada (aunque aún no era capaz de definir ese sentimiento)y rabiosa durante mucho tiempo.
Ahora lo estoy releyendo. Supongo que porque la cercanía de mi cumpleaños me hacía sentir adulta...sabia...pero no ha sido como me esperaba. Según voy pasando las páginas todo vuelve. Sigo siendo como Holden, solo que con más arrugas y ahora la frustración no me resulta tan desconocida. .. hemos coincidido en un par de ocasiones, y sigue sin caerme bien...pero ya hablaré de ella más adelante...
El caso es que no he cambiado tanto como pensaba. Supongo que por eso todavía alucino cuando voy a la feria de Navidad, o me tapo la nariz antes de lo que yo llamo bucear o me dan un miedo incontrolable las palomas....Porque no he cambiado tanto.Porque aunque digan eso de: "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos", en el fondo no hemos cambiado del todo.Los que fuimos soñadores aún queremos ir con E.T.E en la bici,como Elliot, y los prácticos todavían piensan en que sería mejor comprar uno de esos viajes a la luna.
"si realmente les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací...."